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La jueza de instrucción encargada del caso del cura Marcelino de A., acusado de cinco agresiones sexuales a niñas de seis años dentro del colegio privado Highlands El Encinar de La Moraleja, ha calificado los hechos como "muy graves", según recoge el sumario de libertad provisional al que ha tenido acceso GRAN MADRID.
Los actos objeto de la investigación tuvieron lugar entre abril de 2024 y marzo de este año, y se conocieron gracias a la denuncia de los padres de una de las víctimas. Los progenitores comenzaron a notar cómo paulatinamente su hija presentaba un comportamiento cada vez más irascible. "Grita sin motivo aparente, estallidos de ira, terrores nocturnos, miedo a la oscuridad...", recoge la investigación judicial, entre otros síntomas.
La misma menor asegura que llegó a sufrir dolor genital y que tuvo que acudir en numerosas ocasiones a la enfermería. También manifestó que el padre Marcelino a veces las "molestaba" y que les llevaba "a sitios secretos", en los que las menores relatan (con lenguaje propio de su edad) diversos tocamientos por debajo de la ropa interior que, en ocasiones, incluían penetración.
"Les dice a sus amiguitas y a ella que tenían que hacer como bromas, que hicieran cosas malas sin contarlo, que eran secretos", recoge el auto de la jueza.
A partir de esta primera denuncia, los padres de otras menores también denunciaron lo sucedido con sus hijas ante la UFAM (Unidad de Atención a la Familia y Mujer) de la Policía Nacional con relatos que iban en la misma línea y que hablaban de "una parte secreta del patio" como escenario de los presuntos delitos de agresión sexual de los que se acusa al padre Marcelino.
Trucos de la goma
Entre las experiencias narradas por las otras niñas también figuran declaraciones perturbadoras como que "el padre Marcelino les hace el truco de la goma" o que "las lleva al baño y juega con ellas".
Algunos de los testimonios también ponen de manifiesto que algunas de las niñas de Primaria trataban de evitar este tipo de prácticas: "‘Que ella no quiere que le haga eso’ y que, si intentan irse, el padre Marcelino les chista y les dice ‘¿dónde vas?, ven aquí’", según recoge otra parte del sumario.
Además, en distintas declaraciones de padres e hijas, algunas niñas manifestaron "picores en sus partes íntimas", haciendo constar los padres que las menores se habían quejado de dolores anales y vaginales en distintas ocasiones.
Varias de ellas también presentan sintomatología compatible con un cuadro de estrés postraumático (muy habituales entre las víctimas de violencia sexual) con pesadillas, o bloqueos mentales al recordar "una vez que fueron a la capilla con el padre Marcelino", seguidos de episodios de aislamiento de su entorno familiar.
En este sentido, otras niñas comenzaron a presentar un cuadro de claustrofobia, "sobre todo en los baños públicos [siendo los aseos uno de los lugares en los que presuntamente el padre Marcelino habría violado a las niñas] y los ascensores".
"Estas manifestaciones referidas por los progenitores de las menores a preguntas de los mismos pueden ser un indicios de la comisión de actos contra la libertad sexual de las menores de 16 años ( art. 181.1 CP) que podrían incluso consistir en la introducción de miembros corporales por vía vaginal ( introducción del dedo en la vagina de las menores) previsto en el art. 181.3 CP y castigado con pena de prisión de 6 a 12 años a vista de algunas de las manifestaciones que según los padres han referido las menores", según señala el auto.